Debido a las turbulencias en la cadena de suministro y al aumento de casos de Covid-19 que inhibieron el gasto y la inversión, el crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleró en el tercer trimestre más de lo esperado y cayó al nivel más bajo desde que la economía comenzó a recuperarse de la epidemia.

Las estimaciones preliminares del Departamento de Comercio de Estados Unidos mostraron el jueves que el producto interno bruto en el tercer trimestre creció a una tasa anual del 2%, menor que la tasa de crecimiento del 6,7% en el segundo trimestre.

La desaceleración económica refleja una fuerte desaceleración del consumo personal, que creció tan solo un 1,6 % en el tercer trimestre tras un repunte del 12 % en el segundo. Los cuellos de botella en el transporte, el aumento de precios y la propagación de la variante delta del coronavirus han presionado el gasto en bienes y servicios.

La previsión mediana de los economistas es un crecimiento del PIB del 2,6% en el tercer trimestre.

Los últimos datos destacan que presiones sin precedentes en la cadena de suministro están frenando la economía estadounidense. Debido a la escasez de proveedores de producción y la falta de materiales necesarios, es difícil satisfacer las necesidades de los consumidores. Las empresas de servicios también se enfrentan a presiones similares, agravadas por la propagación de la variante delta del nuevo coronavirus.